Sabado, 20 de abril de 2024
Columnistas
Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.
Por Francisco J Contreras Leer columna
Sólo el advenimiento de los Reyes Católicos, y el resultado de su prodigiosa obra, pudo superar, andando el tiempo, esa primacía en la memoria de los castellanos. Pero para ello hubieron de pasar casi doscientos cincuenta años Publicado en El Debate
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).
Por Ana María Velasco Plaza Leer columna
El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización Publicado previamente en LA GACETA
Por Francisco J Contreras Leer columna
No sé si las palabras del juez ponente del proceso del 11M -"hay cosas tan graves en el 11-M que por ahora es mejor que no se sepan"- están ahora más en vigor que nunca antes.
Por Ana María Velasco Plaza Leer columna
Un año más enviamos nuestra felicitación navideña a nuestros lectores
Por Editorial Leer columna
A propósito de este acuerdo vienen a la memori las palabras de San Agustín en La ciudad de Dios, si no se respeta la justicia, ¿Qué son los Estados sino grandes bandas de ladrones?.
Por José Luis LafuenteLeer columna
Las naciones no son entes abstractos sino productos de la historia y, como tales, objeto de construcción o destrucción
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
La actitud del Partido Socialista chileno hacia la democracia era en los 60 y 70 la misma que la del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Francisco Largo Caballero desde 1933: la democracia podía interesar como instrumento o puente hacia la dictadura del proletariado.
Por Francisco J Contreras Leer columna
En Asturias, la Sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia en sentencia 620/2023, de 29 de mayo, dictada en el recurso PO 791/2022, ha estimado el recurso formulado por el Arzobispado de Oviedo impugnando el Decreto 60/2022, de 30 de agosto.
Por José Luis LafuenteLeer columna
La edad media no fue tan oscura como nos han contado, y menos aún para la ciencia
Por Francisco Javier Garcia AlonsoLeer columna
La reconstrucción de la Nación (2ª parte)
Como señalábamos en la anterior tribuna, la cuestión nacional representa, a nuestro modo de ver, uno de los grandes problemas por los que atraviesa España.
La reconstrucción de la Nación (1ª parte)
La única vía legal para restaurar la Nación es una reforma constitucional. Una reforma que cierre la estructura de organización territorial del Estado. Hay que recuperar y regenerar una conciencia nacional en los españoles. Ha llegado el momento de evitar una amenaza de desintegración.
La regeneración moral (3ª parte)
La verdad del hombre no es ni puede nunca ser fruto de los equilibrios políticos. Una sociedad que afronta el futuro necesita valores morales fundamentales. El orden moral presupone la valoración incondicional de la dignidad personal. La democracia precisa fundamentos verdaderos que no son negociables.
La regeneración moral (2ª parte)
El relativismo resulta altamente nocivo para la vida democrática. Ningún principio social o político debe dogmatizarse o absolutizarse. El pluralismo ético determina la decadencia y disolución de la razón. No hay Estado de derecho si en el centro no está la dignidad del hombre ·
La persona humana y su dignidad es el fin de todo sistema social y político. Hay principios que no se pueden someter a la decisión cambiante de las mayorías. Arrancar la raíz cristiana de España debilita la base de la identidad nacional. Una sana laicidad debe ser garante del sagrado derecho a la libertad religiosa.
Llegados este punto, resulta inevitable hacerse una pregunta apremiante. ¿Qué podemos hacer? ¿Qué debemos hacer para superar la situación a la que se ha llegado y qué debemos hacer para superar los riesgos de este momento?
El diagnóstico: ¿qué nos está pasando? (y III)
Actualmente vivimos una ruptura de nuestra tradición moral y espiritual. Parece que los que no aceptan el espíritu de concordia ganan posiciones. Vivimos un laicismo más radical que la vuelta al viejo anticlericalismo.
Nos hallamos inmersos en lo que cabría llamar una gran revolución cultural. Este laicismo que se impone es un auténtico proyecto de ingeniería social. Se pierde o se hace olvidar la memoria de lo que somos como Occidente
El diagnóstico: ¿qué nos está pasando? (I)
Con permiso expreso del autor, reproducimos una serie de artículos que Alfredo Dagnino ha venido publicando en la Gaceta. Agradecemos la deferencia del autor y del periódico