Viernes, 29 de marzo de 2024

Conflicto de civilizaciones

Yihad en París

El gran Marcello Pera escribió en 2005: "De Afganistán a las Filipinas, pasando por Cachemira, Chechenia, Palestina, Argelia y Marruecos, importantes grupos fundamentalistas -talibanes, Al Qaeda, Hezbollah, Hamás, Hermanos Musulmanes, Yihad Islámica, GIA?- han declarado una guerra santa a Occidente, la yihad. Lo han dicho, comunicado, predicado y difundido con letras muy claras. ¿Por qué no tomamos nota?".

En efecto, una Europa post-histórica (Kagan), reblandecida por siete décadas de paz y de Estado del Bienestar desresponsabilizador, se niega a "tomar nota" de que se trata de una guerra. De ahí la necesidad de interpretar la violencia islamista como reactiva, como respuesta racional a supuestos agravios infligidos por Occidente.

Cuando cayeron las Torres Gemelas, bueno, es que los americanos se lo habían buscado, con su imperialismo y su islamofobia (en realidad, EEUU había salvado a millones de musulmanes en los 90: por ejemplo, protegiendo la distribución de ayuda humanitaria en Somalia, en 1993, o bombardeando a los serbios que estaban a punto de completar una "limpieza étnica" anti-islámica en Bosnia, en 1995).

Cuando volaron los trenes de Atocha y el metro de Londres, los verdaderos culpables fueron Aznar y Blair, esos lacayos de Bush.

Derribaron el avión ruso en el Sinaí? pero es que Putin se lo había buscado: ¿quién le mandaba atacar a los islamistas?

También hay que entender los acuchillamientos de judíos en Jerusalén: como todo el mundo sabe, Israel robó su territorio a los palestinos (en 1947 los judíos aceptaron el plan de partición de la ONU y los árabes lo rechazaron, pero ¿a quién le interesan esas minucias?).

Y los atentados de ayer hubieran podido evitarse si a Hollande no se le hubiera ocurrido intervenir en Siria.

Es la patológica "tiranía de la penitencia" a la que se refirió Pascal Bruckner: "A Occidente, culpable por toda la eternidad, le queda prohibido juzgar o combatir a otros regímenes, otras culturas, otras religiones. Nuestros crímenes pasados nos obligarían a mantener la boca cerrada; nuestro único derecho es el silencio".

Pero es también un mecanismo avestrucil de negación del conflicto de civilizaciones. Si el terrorismo islamista es la respuesta racional a agresiones occidentales, bastará con dejar de "agredirles" para poder vivir en paz. El yihadista no estaría atacando a Occidente en cuanto tal, sino al criminal Bush, al maldito Aznar, al imprudente Hollande?

Más de un español iluso estará felicitándose de que Rajoy se haya mantenido prudentemente al margen (¡a él no le lían!) de los bombardeos contra el IS. Olvidan el famoso mapa en el que la bandera califal vuelve a ondear orgullosa sobre Al-Andalus, tierra musulmana (Dar-al-Islam puede retroceder de facto, pero nunca de iure) que debe ser recuperada de manos de los cruzados.

En realidad, es un conflicto de civilizaciones, y nos concierne lo queramos o no. El apaciguamiento no nos servirá, como no les sirvió a Chamberlain y Daladier frente a Hitler.

El fundamentalismo islámico -en sus diversas versiones- gana terreno: domina Estados importantes (Irán, Arabia), tiene planteadas guerras civiles en otros cuantos (Siria, Irak, Yemen, Nigeria?). Su implantación popular es tal, que cuando se celebran elecciones libres, los islamistas pueden ganarlas (así, los Hermanos Musulmanes en Egipto, en  2012 o el FIS en Argelia, en 1992), y las "primaveras árabes" de 2011 han terminado cobrando un color islamista en todas partes menos en Túnez.

El objetivo primordial del yihadismo es derrocar a los gobernantes "apóstatas" (no fundamentalistas) de los países musulmanes, tomar el poder y restablecer un califato pan-islámico basado en la sharia. Si los presidentes laicos del mundo islámico son el "enemigo cercano", Occidente es el "enemigo lejano", la civilización rival con la que habrá que terminar luchando por el dominio mundial.

De hecho, entre el siglo VII y el XVII, Occidente y el Islam lucharon de manera casi constante: de Yarmuk a Covadonga, de Poitiers a las Cruzadas, de Las Navas a Lepanto; todavía en 1683 estuvieron los turcos por segunda vez a las puertas de Viena. El pulso quedó suspendido por la abrumadora superioridad occidental entre los siglos XVIII y XX. Pero los yihadistas consideran que esa pausa ha terminado, y que ha llegado la hora de la revancha.

En la Edad Media y el siglo XVI, un Occidente todavía cristiano era combatido en tanto que religión rival. En el siglo XXI, un Occidente ya post-cristiano también suscita el odio islamista en cuanto encarnación del hedonismo, la permisividad y el materialismo ateo. Y de la libertad.

No se puede, ciertamente, incriminar a mil millones de musulmanes, ni tampoco a las decenas de millones radicados en suelo europeo. Sin duda una mayoría de ellos son pacíficos; recordemos que la mayoría de las víctimas del yihadismo son musulmanas (aunque sólo sea por inmediatez geográfica).

Pero sería igualmente absurdo negar la conexión del yihadismo con el Islam, alegando que "el verdadero Islam es una religión de paz". El Corán y los hadices contienen decenas de alusiones a la yihad; el Islam se expandió históricamente mediante la espada, y su fundador dirigió ejércitos.

Samuel Huntington se refirió en los años 90 a las "fronteras sangrientas del Islam", demostrando que la mayor parte de los conflictos bélicos post-1989 tienen lugar, bien en territorio musulmán, bien en el perímetro de contacto del mundo islámico con otras civilizaciones: Israel, Cáucaso, Balcanes, Sudán, Nigeria. Con su proporción creciente de población musulmana, Europa occidental empieza a formar parte de ese perímetro.

Al abdicar de la primitiva costumbre de formar familias y tener hijos, el Occidente postcristiano ha dejado un hueco demográfico que millones de inmigrantes norteafricanos y turcos se han apresurado a llenar. Sí, la mayoría de ellos no buscan otra cosa que el bienestar y los derechos (huyendo, precisamente, de sociedades islámicas fallidas).

Pero la inadaptación social y el vacío espiritual que una Europa post-religiosa no sabe cómo llenar lleva a algunos a interesarse por su religión de origen, y en sus versiones más radicales. Algunas estimaciones hablan de hasta un 15% de aprobación de las acciones yihadistas entre la población musulmana de Europa. Sí, también entre esas muchedumbres "sirias" que aguardan en Eslovenia frente a las alambradas.

Es una guerra (postmoderna, asimétrica), y habrá que librarla en varios frentes. Una intervención multinacional en Siria e Irak que acabe con el IS en tanto que "estado" sería importante, aunque el fundamentalismo islámico no se agota en el IS. En el frente interno, es necesario detener el crecimiento del porcentaje de población musulmana en Europa. No se puede expulsar a los ya instalados, pero se puede impedir la llegada de más inmigrantes.

A los ya establecidos en nuestro territorio, habrá que intentar ganárselos culturalmente: conseguir que compartan nuestros valores, nuestras creencias, nuestros ideales, nuestra visión del mundo. Claro que para eso habría que tener alguna.


Comentarios

Por Sara Villanueva 2015-11-17 13:31:29

Valiente artículo que se atreve a decir a las claras lo que otros piensan pero no se atreven a decir, sólo discrepo en que no se puede expulsar a los ya instalados si constituyen una amenaza para la supervivencia de Europa, el derecho a la legítima defensa no ha sido abolido aún, aunque temo que todo se andará


Comentar

Columnistas

Goma 2 Eco asturiana ¡y ya vale!

Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).

Por Ana María Velasco Plaza Leer columna

¿Por qué no una Europa gaullista?

El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización   Publicado previamente en LA GACETA

Por Francisco J Contreras Leer columna

Prescripción del 11M, humillante final de una nación

No sé si las palabras del juez ponente del proceso del 11M -"hay cosas tan graves en el 11-M que por ahora es mejor que no se sepan"- están ahora más en vigor que nunca antes. 

Por Ana María Velasco Plaza Leer columna

FELIZ NAVIDAD

Un año más enviamos nuestra felicitación navideña a nuestros lectores

Por Editorial Leer columna

LA PROPOSICION DE LEY DE AMNISTIA Y NUESTROS DIPUTADOS

A propósito de este acuerdo vienen a la memori las palabras de San Agustín en La ciudad de Dios, si no se respeta la justicia, ¿Qué son los Estados sino grandes bandas de ladrones?. 

Por José Luis LafuenteLeer columna

¿Somos todavía una nación?

Las naciones no son entes abstractos sino productos de la historia y, como tales, objeto de construcción o destrucción

Por Rafael Sánchez SausLeer columna

Chile: lecciones de septiembre del año 1973

  La actitud del Partido Socialista chileno hacia la democracia era en los 60 y 70 la misma que la del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Francisco Largo Caballero desde 1933: la democracia podía interesar como instrumento o puente hacia la dictadura del proletariado.  

Por Francisco J Contreras Leer columna

CUANDO LOS TRIBUNALES SON INDEPENDIENTES Y RESPONSABLES  

En Asturias, la Sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia en sentencia 620/2023, de 29 de mayo, dictada en el recurso PO 791/2022, ha estimado el recurso formulado por el Arzobispado de Oviedo impugnando el Decreto 60/2022, de 30 de agosto.

Por José Luis LafuenteLeer columna

La ciencia y el cristianismo

La edad media no fue tan oscura como nos han contado, y menos aún para la ciencia

Por Francisco Javier Garcia AlonsoLeer columna

Lo que significa la nueva sentencia sobre el aborto

Ellos tienen el mito del «progreso». Nosotros tenemos la verdad de la realidad.   Publicado en la Gaceta

Por Francisco J Contreras Leer columna

EL TC  AVALA REFORMAS "DE TAPADILLO" DE LA CONSTITUCION EN MATERIA DE EDUCACIÓN

En nota informativa del 12 de mayo de 2023, el Tribunal Constitucional"en adelante TC"señala que el Pleno ha rechazado el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por el PP frente a la LOMLOE"Ley Orgánica de Modificación de la Ley de Educación--, remitiendo a posterior publicación de la sentencia. La propia nota indica que algunas impugnaciones coincidían con el recurso presentado por VOX (Recurso 1760/2021) y que fue rechazado el pasado 19 de abril, con cinco votos particulares.  

Por José Luis LafuenteLeer columna

Encuesta
¿Logrará la ciudadanía frenar la ley de amnistía?

a) no, el gobierno lo tiene todo "bien atado"
b) sí, la fuerza del pueblo es imparable

Dignidad Digital, S.L. E-mail: redaccion@dignidaddigital.com
logo