Eso se dice en todos los medios de comunicación pero estaría bien no dejar en el olvido la gripe asiática de 1957, causa de la muerte de un millón cien mil personas en todo el planeta cuando los habitantes del mismo no alcanzaban la mitad de los que tiene actualmente.

La incidencia de la actual pandemia parece menor porque todavía no se ha llegado al millón de muertos pero habrá que esperar al final para valorar su verdadero impacto.

No obstante sea el que sea el balance definitivo, estos datos nos sirven para realizar las siguientes reflexiones:

a)  Pone al hombre en su sitio.

En el renacimiento se inicia un movimiento de pensamiento según el cual el hombre es el centro del Universo sin nada superior a él. En el transcurso de la Historia, aunque con altibajos, esa tendencia fue creciendo y últimamente estaba llegando al paroxismo, así por ejemplo, Yuval Noah Harari habla de que se ha vencido a la muerte y en la sociedad hay una sensación bastante generalizada, cuando se produce algún fallecimiento, de encontrarnos ante un acontecimiento insólito, salvo que el fallecido sea una persona extremadamente anciana.

El hombre podrá vivir más e incluso mejor pero evidentemente no es inmortal.

Hace tiempo que la humanidad no se enfrenta de una manera generalizada a una enfermedad frente a la que no hay medicamento preventivo o antídoto, aunque éste no sea eficaz al cien por cien. Se tratan efectos colaterales y se recurre a las cuarentenas y a los confinamientos como ya se hacía en le Edad Media.

No estamos en una situación idéntica a la peste negra porque los medievales ignoraban que su origen estaba en las ratas y era trasmitida por las pulgas. Aunque hubieran conocido estos datos no creo que la hubiesen logrado evitar pero sin duda la habrían mitigado. De todos modos los profanos tenemos la sensación de que los expertos actuales tampoco saben muy bien que se traen entre manos.

No sé si la epidemia traerá algún efecto benéfico como sería disminuir nuestra soberbia, sobre todo la científica.

b)   Origen.

Existe un cierto debate en torno a si el virus es natural o está manipulado. En general se parte de la base de su carácter natural sin embargo Luc Montagnier, premio nobel de medicina y una afamada bióloga checa, cuyo nombre no recuerdo, mantienen lo contrario. No olvidemos tampoco al general de la "inteligencia" ruso, ni a un agente del MI6, que hicieron declaraciones al respecto en el mismo sentido. Ni que los técnicos del ramo que se manifiestan en los medios de comunicación, ni a los profesionales cercanos a la materia que lo hacen a nivel particular descartan taxativamente su manipulación.

Por otra parte nos encontramos con la posibilidad de su escapada del famoso laboratorio chino o que fuese expandido voluntariamente.

Desde el punto de vista de la presunción de inocencia y la postura cristiana de ser bien pensado deberíamos inclinarnos por su carácter natural, es una epidemia más.

Sin embargo si fuéramos analistas de un servicio de inteligencia nunca deberíamos descartar el segundo supuesto pues podríamos estar ante un caso de guerra bacteriológica

c)   Efecto.

Sea cual sea su origen está produciendo efectos devastadores en la economía y en este campo la China parece ser la más beneficiada.

Da la impresión de estar siendo aprovechada por los globalistas y en algunos países, fundamentalmente España, está facilitando el avance hacia un régimen totalitario de una manera subrecticia.

Esteban Alú