El comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, ha admitido este lunes que la negociación entre el nuevo Gobierno heleno de Syriza y las instituciones de la troika sobre el nuevo plan de reformas que Atenas ha presentado para recibir un nuevo tramo de ayudas del rescate "no es fácil" y ha avisado de que hay un "límite de tiempo" por los problemas de liquidez de las autoridades helenas.

   "Trabajamos con un buen estado de ánimo pero no es simple, no es fácil. Hay equipos que están a pie de obra día y noche. Y cuando digo día y noche es el día y la noche, todos los días y todas las noches, incluyendo el sábado y el domingo. Todo el mundo está movilizado", ha asegurado Moscovici en la Eurocámara.

   El objetivo de las negociaciones, ha resaltado el comisario de Asuntos Económicos, es diseñar "un conjunto de reformas que sea capaz de responder al deseo de los votantes griegos pero también de garantizar que los compromisos asumidos por Grecia ante sus socios se respeten plenamente".

   "El éxito es que Grecia siga en la eurozona pero con las buenas condiciones, con un conjunto de reformas fuerte que incluya algunas cuestiones sociales, pero también que sea lo suficientemente fuerte y riguroso como para garantizar una posición creíble de Grecia en la eurozona", ha proseguido Moscovici, "y eso en un plazo de tiempo que está tasado porque hay vencimientos financieros que se acercan".

   "Todo el mundo es consciente del límite de tiempo, todo el mundo está trabajando día y noche con el mismo espíritu, movilizado para que podamos obtener ese éxito", ha subrayado el comisario de Asuntos Económicos. No obstante, ha eludido concretar cuáles son los plazos y tampoco ha querido desvelar nada del contenido de las negociaciones, más allá de señalar que "todo está sobre la mesa", incluyendo la cuestión del superávit que se exige a Grecia este año, que el Gobierno heleno quiere reducir al 1,5% en lugar del 3% pactado con la UE.

   Atenas presentó el pasado viernes el plan de reformas que le exigía la UE para desbloquear el último tramo de 7.200 millones de euros del rescate o al menos parte de ese dinero y desde entonces negocia con el denominado 'grupo de Bruselas' (formado por la Comisión, el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y el Mecanismo Europeo de Estabilidad), que debe validarlo.

   Las propuestas de Syriza no han convencido a las instituciones de la UE puesto que ni siquiera se ha fijado todavía una fecha para convocar una reunión del Eurogrupo, que es el que debe autorizar el pago de ayudas del rescate, pese a los crecientes problemas de liquidez de Atenas, que según varias fuentes podría quedarse sin dinero a lo largo del mes de abril.