En la primera rueda de prensa tras abrirse la campaña y que ha levantado expectación entre los medios -que ya han tenido acceso al documento-, ha explicado que se trata de definir las reglas del juego de esta "nueva etapa"que arrancará en Cataluña tras las elecciones, y que se basará en cinco ejes: democracia, transparencia, diálogo, valores europeos y marcos legales. 

  Según Mas, la declaración, que enlazará con la resolución que aprobó la Cámara catalana esta legislatura, no es necesario que figure la fecha de la consulta, sino que debe responder a la voluntad de ganarse "la comprensión y el respeto de la comunidad europea e internacional, e incluso de sectores del Estado". 

  También ha dejado claro que solo es una propuesta, por lo que está abierto a negociarla con el resto de formaciones políticas, a las que convocará si le reeligen, en una sesión "formal y solemne" para enfocar el rumbo que emprenderá Cataluña y los elementos fundamentales de esta hoja de ruta.

   El texto que Mas quiere presentar parte del compromiso de que el derecho a decidir debe ser "escrupulosamente democrático", garantizando la pluralidad de opciones, pero sin querer imponer desde las minorías la agenda entera de Cataluña si hay una mayoría que así lo expresa en las urnas. 

  Otro principio de la declaración se basa en la transparencia, abogando por facilitar todos los instrumentos necesarios para que los catalanes dispongan de la información y el conocimiento preciso para ejercer el derecho a decidir.  

También ha incidido en la importancia de apostar por el diálogo y la negociación, dentro de Cataluña, con el Estado, las instituciones europeas y la comunidad internacional, y ha resaltado que en todo el proceso deben promoverse los principios fundacionales de la UE, como los derechos fundamentales de los ciudadanos y la democracia.

   El último punto de la declaración remarca la legalidad, utilizando todos los marcos posibles, ya sea el catalán, el español, europeo o internacional, para hacer posible el derecho a decidir, sin descartar tampoco "los que se puedan crear" en referencia a una ley de consultas catalanas.

"SER ESCUCHADOS"  

"Si los catalanes expresan con claridad y una mayoría rotunda su voluntad de decidir su futuro, deben ser escuchados, e introducirse los cambios que sean necesarios para que la voluntad se ponga en marcha", ha sentenciado. 

  Respecto a la fecha de una consulta, ha insistido en que le haría "ilusión" que fuera el 2014, pero ha resuelto que debe ser una decisión fruto de la negociación con el resto de formaciones, siempre que sea dentro de los próximos cuatro años y cuando mejor convenga a Cataluña. 

  Sobre si sería bueno hacerla coincidir con la de Escocia, que se realizará en otoño de 2014, ha destacado que los procesos en otros sitios en este sentido no deben tener "paralelismos" con el catalán y que no hay que precipitarse, aunque ha admitido que es un planteamiento posible. 

  "Estamos ante la operación política de más envergadura de los últimos 300 años", ha advertido Mas, reiterando la trascendencia de unas elecciones que marcarán el inicio de una etapa, ha añadido.