Los miles de indignados que han acudido a la Puerta del Sol para protestar en las horas previas a las elecciones autonómicas continúan aumentando y empieza a resultar prácticamente imposible el acceso a algunas de las calles que conectan con la madrileña plaza donde residen los acampados, que continúan con sus protestas a través de cánticos y pancartas.   

 Los ciudadanos presentes en la Puerta del Sol han ido observando con ilusión y sorpresa cómo en las horas previas a la conclusión de la jornada de reflexión otros cientos de indignados se han ido sumando a la protesta hasta llenar todas las zonas colindantes al centro de la protesta.  

  Ante la presencia de agentes de la Policía Nacional y los profesionales de los diferentes medios de comunicación que se han desplazado hasta la zona para cubrir el evento, los participantes se han mostrado dispuestos a afrontar la sexta noche consecutiva con una cifra de personas muy superior a cuando dio comienzo la acampada, el pasado lunes.    

  A lo largo del día de hoy, las personas presentes en la plaza madrileña han ido ocupando la totalidad del espacio disponible en las zonas de la acampada, con ligeras variantes en horas puntuales. No obstante, según se acercaba la hora en que concluirá el día de reflexión previo a los comicios, la gente se ha animado a acudir a la protesta de manera masiva.   

 Así, calles como la que conduce a la Puerta de Alcalá se encontraba totalmente abarrotada de gente, mientras que en otras vías colindantes a la Puerta de Sol, como Montera o Preciados, también había una importante presencia de ciudadanos.

EL NACIMIENTO DE UN POBLADO

     Esta ampliación de la zona de actuación de los manifestantes es una constante desde que se asentaran por primera vez en la noche del pasado domingo. En este sentido, los participantes han ido incrementado no sólo su extensión en la Puerta del Sol, sino también su organización, dando lugar a una especie de poblado.  

  De esta manera, por ejemplo, desde ayer a hoy se percibe una ampliación del plano diseñado por los propios manifestantes y de las áreas y la aparición de nuevas zonas destinadas a servicios como la enfermería o la alimentación o para comisiones como la de respeto.   

 Asimismo,  el movimiento ha tratado de extender su presencia por el centro de Madrid y fuera de los límites de la Puerta del Sol, aunque en las últimas horas varios grupos se hayan visto desalojados de plazas colindantes a Sol.

   Así, varios grupos han trabajado para instalar nuevos emplazamientos, aunque no se hayan instalado en firme asentamientos por la actuación policial, como ha sido en el caso de la plaza de Santa Isabel, más conocida como la plaza de Ópera, esta misma mañana.