En las últimas semanas esta práctica está proliferando hasta tal punto que el español común comienza a sentir nauseas. Citaré algunos casos a modo de panoplia

El juez Pedraz ha considerado que los comentarios del concejal madrileño "pudiente", Zapata, sobre las víctimas del terrorismo no constituyen un agravio para las mismas. Cualquier persona de bien se estremece cuando lee cosas como: "tuvieron que cerrar el cementerio de las niñas de Alcásser para evitar que Irene Villa vaya a buscar repuestos". No sólo ofende a las víctimas -el hecho de que la aludida Irene Villa no se sienta ofendida es únicamente una cuestión personal que sólo habla del hartazgo y la grandeza de alma de esta persona- sino también a las torturadas y asesinadas niñas valencianas, protagonistas a su pesar de un suceso que estremeció este país.

La mayoría de gente de bien piensa que esto debería ser perseguido de oficio, está claro que se equivocan, las leyes deben de ser redactadas por marcianos que desconocen lo que piensan y sienten aquellos que legitiman a sus redactores. Bien, pues resulta que las palabras de Zapata son calificadas por la justicia como "humor negro". Sin embargo cuando el controvertido comunicador Federico Jiménez Losantos aventuró -en base a su negativa a investigar el mayor atentado sufrido en España, el 11M- que al ministro Gallardón no le importaban las víctimas, un juez sentenció que el periodista atentaba contra el honor del citado miembro del PP, ¿No era simplemente una opinión sobre algo tan intangible como un sentimiento o quizá por qué no, ¿Humor negro? ¡Pues no! y eso que no había sido emitido por un representante popular;  o a lo mejor sería por eso, sobre todo si además es de izquierdas como es el caso del señor Zapata.

Tania Sánchez, concejala del ayuntamiento madrileño de Rivas-Vaciamadrid por IU, y antigua novia del líder de Podemos, Pablo Iglesias, concedió milenarias subvenciones a su hermano; al ser imputada adujo que lo hizo como miembro de un órgano colegiado y que desconocía la naturaleza de los negocios de su hermano. Ella que tanto acusó de mentir a la infanta Cristina porque consideraba imposible que no estuviera al tanto de los negocios de su marido, resulta que ahora, cuando es ella la que se ve implicada, encima como cargo público, declara con total desenvoltura no enterarse de nada. Si esto no es la aplicación palmaria de la ley del embudo ¿Qué lo es? Sin embargo aunque parezca, esta vez sí, humor negro, fue absuelta  ¿Tendrá algo que ver con la superioridad moral de la izquierda? Falacia que parecen haber "comprado" los miembros de los tribunales de justicia a la vista de sus decisiones.

También lo han "comprado" los políticos de la supuesta derecha nacional. Que el ministro de cultura se haya "arrancado" con las siguientes declaraciones, ante la muerte del un blasfemo: "Krahe hacía una sabia combinación de música y crítica, siempre con un perspicaz sentido del humor" ¿Considerará el ministro una "gracieta" de "humor negro", el acto blasfemo de cocinar un crucifijo? Sucede que agredir a los cristianos sale gratis, si se tratara de Mahoma ya es otra historia, puede costarte la vida y esta gente es cobarde hasta en el aliento

¡Qué decir! De los nuevos partidos de corte populista como Podemos y sus diferentes franquicias regionales. Tan puritanos económica y democráticamente y tan denunciadores de las corruptelas de la "casta". Y curiosamente su primera actuación nada más llegar al poder es "enchufar"  la parentela. A la nueva alcaldesa de Madrid, la jueza jubilada Manuela Carmena, le ha faltado tiempo para "nombrar a dedo" a un sobrino, Ada Colau ha hecho lo propio con su "compañero sentimental" o lo que sea, en el ayuntamiento de Barcelona. Será su manera de proteger la cohesión de la familia, esta vez sí "humor negro"