En el informe anual sobre 2018 publicado este martes, este organismo europeo independiente señala que el crecimiento nominal del PIB de la eurozona estuvo en línea con las previsiones, pero los ingresos fueron finalmente "considerablemente superiores" a lo esperado originalmente.

No obstante, estos ingresos adicionales sólo se usaron parcialmente para construir colchones fiscales, aunque la situación "varió notablemente" entre los socios comunitarios, según señala el documento de la Junta Fiscal Europea.

Así, Alemania, que representó más de la mita de los ingresos adicionales "sorpresa" en la zona euro, registró un gasto público incluso menor al proyectado en un principio en el plan de estabilidad enviado a Bruselas en la primavera de 2017.

"En cambio, muchos otros países mostraron menos prudencia fiscal. España, Francia y Bélgica, tres de los países más endeudados, destinaron todos los ingresos por encima de lo esperado, y más, a gastos adicionales", apunta el informe.

En particular, cinco de cada seis euros de gasto adicional en la zona euro se dedicaron a gastos corrientes, principalmente compensaciones para empleados públicos y gastos corrientes del gobierno, y sólo una "pequeña fracción" -- 8.000 millones -- a inversiones.

El texto subraya, además, que si todos los países de la zona euro se hubieran ceñido a sus niveles de gasto planificados el año anterior, el déficit nominal de la eurozona en 2018 se habría reducido al 0,1% del PIB en lugar de al 0,5%. El de la UE, por su parte, habría caído al 0,2% en lugar de cerrar el año en el 0,6%.

De la misma forma, la Junta Fiscal Europea critica que España persiga todavía una estrategia fiscal centrada en reducir el déficit nominal a pesar de haber salido este año del procedimiento por déficit excesivo. La nueva situación, en cambio, obliga al Gobierno a centrarse en los esfuerzos estructurales, aquellos que no tienen en cuenta las mejoras provocadas por el ciclo económico.

"España, el único Estado miembro todavía en el procedimiento por déficit excesivo en 2018, siguió con una estrategia nominal, centrada en alcanzar el umbral del 3% del PIB (en el déficit) gracias a los vientos de cola del ciclo económico, en lugar de cumplir con el esfuerzo fiscal requerido", recuerda la Junta Fiscal Europea.

"Aunque España se quedó corta tanto con respecto al ajuste estructural requerido como en relación al objetivo de déficit nominal (...), el procedimiento por déficit excesivo fue finalmente suprimido", añade el documento