"Esos lazos que tenemos con España también tienen que servir para que unidos enfrentemos a los enemigos del progreso y un nuevo enemigo del progreso es la dictadura de Venezuela, un régimen que en los últimos 20 años ha destruido las libertades individuales", ha dicho en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid.

Duque ha apelado asimismo a acabar con la "indiferencia regional" que, según ha denunciado, ha permitido que el 'chavismo' creciera hasta alumbrar "la dictadura más oprobiosa que haya conocido América Latina". "Me atrevo a decirlo así", ha recalcado, "mucho más que las que podamos haber llegado a ver en el siglo XX", como las de Chile o Argentina.

El futuro inquilino de la Casa de Nariño ha prometido ejercer de "muro de contención" ante Maduro, ratificando que una vez en el Gobierno retirará a Colombia de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), "el mascarón de proa, la caja de resonancia o sencillamente el idiota último para proteger la dictadura venezolana".

A sus colegas regionales les ha instado a respaldar los "esfuerzos" del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, para impulsar la investigación preliminar abierta en el Tribunal Penal Internacional (TPI) sobre Venezuela de modo que haya "una denuncia inmediata" contra Maduro "que sirva de fundamento internacional para que se pueda precipitar el paso a unas elecciones libres" en el país.

GALEÓN SAN JOSÉ

En cuanto a la relación bilateral, Duque ha prometido diálogo entre Colombia y España "para resolver las controversias cuando se presenten, para no diferirlas en el tiempo dejándole activados al Gobierno del futuro los problemas, a ver si envejecen peor".

Interrogado sobre el Galeón San José, un buque español hundido por piratas ingleses en aguas caribeñas en 1708 que fue localizado hace tres años y que Colombia se dispone a reflotar con todos sus tesoros mediante una empresa privada, ha rehusado aclarar si finalmente se permitirá la participación de España en estos trabajos y en la preservación del botín recuperado.

Duque ha indicado que "no hubo una discusión profunda sobre esta materia" en las reuniones que ha mantenido estos días con las autoridades españolas, entre ellas el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el Rey Felipe VI, si bien ha admitido que "es un tema que está en las conversaciones".

Ha revelado que su equipo de transición "está dedicado a examinar ciudadosamente la situación del galeón", incluidos los argumentos presentados por España, aunque ha insistido en que la "pauta" en su rescate y preservación debe ser "compartir con la Humanidad el patrimonio cultural, no solamente mirar esto como un mecanismo de distribución de ingresos".

Además, ha subrayado "la enorme posibilidad de seguir estrechando los lazos" entre Colombia y España en materia de inversión, energía y medio ambiente. Duque ha prometido fortalecer la seguridad jurídica y acabar con la corrupción, advirtiendo de que las empresas y los empresarios corruptos tendrán prohibido hacer negocios con el Estado.

COMBATE AL 'NARCO'

Por otro lado, se ha referido a la situación interna, reiterando su deseo de "gobernar para todos", tanto quienes le votaron como los que no, y para ello ha propuesto "un gran pacto nacional donde estén las principales reformas en materia social, económica e institucional". "Ha llegado el momento de unir a Colombia", ha proclamado.

Duque ha asegurado que gobernará sin "revanchismo", en alusión a la posibilidad de reactivar las pesquisas contra el mandatario saliente, Juan Manuel Santos, por los presuntos lazos de su campaña electoral con la constructora brasileña Odebrecht, protagonista de un escándalo a escala regional de pago de sobornos a cambio de favores políticos. "

"Soy respetuoso de la independencia de las instituciones (...) Y, si hay fundamentos en esta independencia institucional para proceder en las instancias que correspondan, el presidente de la República no puede interferir (...) Lo que sí puedo decir es que yo no vengo a gobernar para hacer daño a nadie", ha declarado.

El dirigente 'uribista' ha fijado como prioridad de su Gobierno la lucha contra el narcotráfico y contra la ola de violencia de que se ha desatado tras la firma del acuerdo de paz con las FARC, en 2016, por la lucha entre grupos rivales para hacerse con los negocios de la antigua guerrilla, entre ellos el trafico de drogas.

También ha renovado su promesa electoral de modificar el acuerdo de paz para que el narcotráfico no sea un delito amnistiable, así como para que haya la justicia transicional sea una "justicia creíble", lo que --en su opinión-- implica, entre otras cosas, que los condenados por crímenes de lesa humanidad no puedan ejercer la política.

Sobre el proceso de paz con la otra gran guerrilla de Colombia, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), se ha mostrado partidario de continuar las negociaciones pero solo si el ELN accede a concentrarse en una zona determinada del territorio colombiano bajo "supervisión internacional" y a "la suspensión de todas las actividades criminales" para tratar de alcanzar un acuerdo en "un tiempo perentorio". "Si hay verdadera voluntad", ha esgrimido, aceptará.

Duque ganó las elecciones presidenciales desarrolladas entre mayo y junio como candidato de la alianza conservadora creada por los ex presidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana. No tomará posesión del cargo hasta el 7 de agosto, pero, tal y como ha revelado este lunes, la próxima semana anunciará la composición de su Gobierno que, por primera vez en la historia de Colombia, será partitario.