Domingo, 28 de abril de 2024

Así lo asegura en un libro autobiográfico que saldrá a la venta la próxima semana,

Gänswein revela en un libro que se quedó "en shock" cuando Francisco le pidió que se dedicara a cuidar de Benedicto


Así lo asegura en un libro autobiográfico que saldrá a la venta la próxima semana, titulado 'Nada más que la verdad, mi vida al lado de Benedicto XVI' (Piemme). Esta revelación, que se suma a la de este miércoles, en la que decía que Francisco le provocó "dolor en el corazón" al limitar la misa en latín, se publica coincidiendo con el funeral del Papa emérito, lo que ha suscitado perplejidad en la curia, según refleja la prensa italiana.

En el libro, cuyo contenido adelantó este jueves Europa Press, Gänswein cuenta que, a finales de enero de 2020, se convirtió en un "prefecto reducido a la mitad".

Según el testimonio del secretario personal de Benedicto XVI, tras la polémica por el libro del cardenal Sarah, se reunió con Bergoglio y este le dijo: "De ahora en adelante, quédate en casa, acompaña a Benedicto, que te necesita".

Ante esta indicación, Gänswein confiesa que se quedó "en shock y sin palabras" y dice que, cuando trató de replicar, diciéndole a Francisco que lo había estado haciendo durante siete años y que podía continuar haciéndolo, el Papa le respondió que él seguía siendo prefecto pero que, a partir del día siguiente, no volviese a trabajar.

El secretario personal de Benedicto XVI cuenta que respondió, resignado, que no lo entendía ni lo aceptaba humanamente pero que se adaptaría por "obediencia".

De vuelta al monasterio, recuerda que, al contárselo a Ratzinger, este le dijo, en tono irónico: "Parece que el Papa Francisco ya no se fía de mí y quiere que seas mi guardián".

DESTRUIR LOS DOCUMENTOS PRIVADOS "SIN EXCEPCIONES"

Gänswein también cuenta en el libro que recibió instrucciones precisas de Benedicto XVI para que destruya todos sus documentos privados de todo tipo "sin excepciones".

Por otra parte, relata un episodio que le hizo sentirse "humillado" cuando, según explica, el Papa Francisco le dijo que su presencia no era necesaria en una visita el pasado junio de 2014 a la comunidad de San Egidio.

Según Gänswein, el fundador de la organización católica, Andrea Riccardi, le llamó por teléfono por si él o Benedicto XVI tenían algún problema con ellos porque se había extendido este rumor tras su ausencia.

"A nivel personal me sentí humillado tanto porque no me había aclarado el motivo de su decisión, como porque había hablado con tres personas, por lo que el cotilleo estuvo inmediatamente esparcido por el Vaticano, con interpretaciones de diversa índole", señala.

Asimismo, explica que las continuas comparaciones entre el Papa Francisco y Benedicto XVI "siempre han entristecido Ratzinger, sobre todo cuando el comentario procedía de desde dentro del Vaticano". Así, pone el ejemplo de la decisión del Papa argentino de no vivir en los apartamentos del Palacio Apostólico y mudarse a una habitación más pequeña de Casa Santa Marta.

Gänswein incide en que la decisión de Francisco no puede atribuirse a una "cuestión de ahorrar dinero", ya que, aunque no viva ningún pontífice, sigue siendo atendido desde el punto de vista de la limpieza y la manutención, sino a la "psicología personal" del propio Bergoglio.

LA JMJ DE MADRID DESENCADENÓ LA RENUNCIA

En otro momento del libro, el que fuera su secretario personal revela que fue su viaje a la JMJ de Madrid en 2011 lo que desencadenó las primeras reflexiones acerca de la posibilidad de renunciar al pontificado.

"Era precisamente la cuestión de la participación personal en aquella JMJ lo que desencadenó en él una reflexión que se fue haciendo cada vez más opresiva, sobre la continuación o no de su pontificado", asegura Gänswein.

Así, precisa que durante el encuentro en Cuatro Vientos para la Vigilia y la Misa tuvo la certeza de que un encuentro de este tipo "sin la presencia física del Pontífice habría sido estúpido".

El arzobispo revela que intentó convencerlo de lo contrario diciéndole que gracias a "la conexión de Internet sería posible estar presente constantemente y en tiempo real".

En todo caso, aclara que la decisión de renunciar fue definitiva e irreversible durante el viaje apostólico a México y Cuba, entre el 23 y el 29 de marzo de 2012, sobre todo, después de que tropezase con un felpudo mientras estaba en el baño afeitándose cayéndose de espaldas y golpeándose la cabeza con la repisa de la ducha.

Así lo asegura en un libro autobiográfico que saldrá a la venta la próxima semana, titulado 'Nada más que la verdad, mi vida al lado de Benedicto XVI' (Piemme). Esta revelación, que se suma a la de este miércoles, en la que decía que Francisco le provocó "dolor en el corazón" al limitar la misa en latín, se publica coincidiendo con el funeral del Papa emérito, lo que ha suscitado perplejidad en la curia, según refleja la prensa italiana.

En el libro, cuyo contenido adelantó este jueves Europa Press, Gänswein cuenta que, a finales de enero de 2020, se convirtió en un "prefecto reducido a la mitad".

Según el testimonio del secretario personal de Benedicto XVI, tras la polémica por el libro del cardenal Sarah, se reunió con Bergoglio y este le dijo: "De ahora en adelante, quédate en casa, acompaña a Benedicto, que te necesita".

Ante esta indicación, Gänswein confiesa que se quedó "en shock y sin palabras" y dice que, cuando trató de replicar, diciéndole a Francisco que lo había estado haciendo durante siete años y que podía continuar haciéndolo, el Papa le respondió que él seguía siendo prefecto pero que, a partir del día siguiente, no volviese a trabajar.

El secretario personal de Benedicto XVI cuenta que respondió, resignado, que no lo entendía ni lo aceptaba humanamente pero que se adaptaría por "obediencia".

De vuelta al monasterio, recuerda que, al contárselo a Ratzinger, este le dijo, en tono irónico: "Parece que el Papa Francisco ya no se fía de mí y quiere que seas mi guardián".

DESTRUIR LOS DOCUMENTOS PRIVADOS "SIN EXCEPCIONES"

Gänswein también cuenta en el libro que recibió instrucciones precisas de Benedicto XVI para que destruya todos sus documentos privados de todo tipo "sin excepciones".

Por otra parte, relata un episodio que le hizo sentirse "humillado" cuando, según explica, el Papa Francisco le dijo que su presencia no era necesaria en una visita el pasado junio de 2014 a la comunidad de San Egidio.

Según Gänswein, el fundador de la organización católica, Andrea Riccardi, le llamó por teléfono por si él o Benedicto XVI tenían algún problema con ellos porque se había extendido este rumor tras su ausencia.

"A nivel personal me sentí humillado tanto porque no me había aclarado el motivo de su decisión, como porque había hablado con tres personas, por lo que el cotilleo estuvo inmediatamente esparcido por el Vaticano, con interpretaciones de diversa índole", señala.

Asimismo, explica que las continuas comparaciones entre el Papa Francisco y Benedicto XVI "siempre han entristecido Ratzinger, sobre todo cuando el comentario procedía de desde dentro del Vaticano". Así, pone el ejemplo de la decisión del Papa argentino de no vivir en los apartamentos del Palacio Apostólico y mudarse a una habitación más pequeña de Casa Santa Marta.

Gänswein incide en que la decisión de Francisco no puede atribuirse a una "cuestión de ahorrar dinero", ya que, aunque no viva ningún pontífice, sigue siendo atendido desde el punto de vista de la limpieza y la manutención, sino a la "psicología personal" del propio Bergoglio.

LA JMJ DE MADRID DESENCADENÓ LA RENUNCIA

En otro momento del libro, el que fuera su secretario personal revela que fue su viaje a la JMJ de Madrid en 2011 lo que desencadenó las primeras reflexiones acerca de la posibilidad de renunciar al pontificado.

"Era precisamente la cuestión de la participación personal en aquella JMJ lo que desencadenó en él una reflexión que se fue haciendo cada vez más opresiva, sobre la continuación o no de su pontificado", asegura Gänswein.

Así, precisa que durante el encuentro en Cuatro Vientos para la Vigilia y la Misa tuvo la certeza de que un encuentro de este tipo "sin la presencia física del Pontífice habría sido estúpido".

El arzobispo revela que intentó convencerlo de lo contrario diciéndole que gracias a "la conexión de Internet sería posible estar presente constantemente y en tiempo real".

En todo caso, aclara que la decisión de renunciar fue definitiva e irreversible durante el viaje apostólico a México y Cuba, entre el 23 y el 29 de marzo de 2012, sobre todo, después de que tropezase con un felpudo mientras estaba en el baño afeitándose cayéndose de espaldas y golpeándose la cabeza con la repisa de la ducha.


Comentarios

No hay comentarios sobre esta noticia.

Comentar

Columnistas

Ningun margen

Detrás de tanta normativa milimétrica se agazapa una desconfianza descomunal en la gestión privada, que actúa como un implícito reproche moral. Publicado en El Debate

Por Enrique García MáiquezLeer columna

¿Son los derechos humanos una idea tóxica?

Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.

Por Francisco J Contreras Leer columna

San Fernando: el rey y el gobernante

Sólo el advenimiento de los Reyes Católicos, y el resultado de su prodigiosa obra, pudo superar, andando el tiempo, esa primacía en la memoria de los castellanos. Pero para ello hubieron de pasar casi doscientos cincuenta años Publicado en El Debate

Por Rafael Sánchez SausLeer columna

Goma 2 Eco asturiana ¡y ya vale!

Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).

Por Ana María Velasco Plaza Leer columna

¿Por qué no una Europa gaullista?

El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización   Publicado previamente en LA GACETA

Por Francisco J Contreras Leer columna

Prescripción del 11M, humillante final de una nación

No sé si las palabras del juez ponente del proceso del 11M -"hay cosas tan graves en el 11-M que por ahora es mejor que no se sepan"- están ahora más en vigor que nunca antes. 

Por Ana María Velasco Plaza Leer columna

FELIZ NAVIDAD

Un año más enviamos nuestra felicitación navideña a nuestros lectores

Por Editorial Leer columna

LA PROPOSICION DE LEY DE AMNISTIA Y NUESTROS DIPUTADOS

A propósito de este acuerdo vienen a la memori las palabras de San Agustín en La ciudad de Dios, si no se respeta la justicia, ¿Qué son los Estados sino grandes bandas de ladrones?. 

Por José Luis LafuenteLeer columna

¿Somos todavía una nación?

Las naciones no son entes abstractos sino productos de la historia y, como tales, objeto de construcción o destrucción

Por Rafael Sánchez SausLeer columna

Chile: lecciones de septiembre del año 1973

  La actitud del Partido Socialista chileno hacia la democracia era en los 60 y 70 la misma que la del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Francisco Largo Caballero desde 1933: la democracia podía interesar como instrumento o puente hacia la dictadura del proletariado.  

Por Francisco J Contreras Leer columna

CUANDO LOS TRIBUNALES SON INDEPENDIENTES Y RESPONSABLES  

En Asturias, la Sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia en sentencia 620/2023, de 29 de mayo, dictada en el recurso PO 791/2022, ha estimado el recurso formulado por el Arzobispado de Oviedo impugnando el Decreto 60/2022, de 30 de agosto.

Por José Luis LafuenteLeer columna

Encuesta
¿Logrará la ciudadanía frenar la ley de amnistía?

a) no, el gobierno lo tiene todo "bien atado"
b) sí, la fuerza del pueblo es imparable

Dignidad Digital, S.L. E-mail: redaccion@dignidaddigital.com
logo