No obstante, la frágil salud del exmandatario ha elevado la incertidumbre política en el país.

   Las fuentes médicas citadas por la agencia de noticias oficial MENA han asegurado que Mubarak ha sufrido este martes un infarto de corazón y que las maniobras de reanimación que se le han practicado no han logrado mantenerle con vida.  

  Frente a esta versión, fuentes familiares y del Ministerio del Interior han asegurado a la cadena de televisión Al Yazira que Mubarak ha sido reanimado y está recibiendo respiración artificial en el hospital militar de Maadi -cerca de El Cairo- y han negado que el derrocado presidente egipcio esté "clínicamente muerto".

    En la misma línea, el abogado del expresidente, Farib el Deeb, ha asegurado que Mubarak todavía sigue vivo y que los esfuerzos por lograr su reanimación están surtiendo efecto. El exmandatario fue trasladado en la noche del martes al hospital desde la clínica de la prisión de Tora. Su esposa Suzanne supuestamente ha llegado al hospital para estar a su lado.

   "Hemos sabido de fuentes familiares que Hosni Mubarak está mejorando", ha indicado un corresponsal de Al Yazira, Mike Hanna, desde la capital egipcia. "Creemos que sigue en coma", ha añadido. "La televisión estatal ha informado oficialmente que se encuentra en la unidad de cuidados intensivos en el hospital militar de Maadi", ha agregado.  

  La propia Al Yazira había informado previamente de que el corazón de Mubarak se había parado y que los intentos por reanimarle habían fracasado. Por su parte, la televisión estatal, Nile News, ha anunciado que dará a conocer "pronto" un comunicado sobre el estado de salud del exmandatario. "Pronto se anunciará un comunicado oficial (sobre el estado de salud de Mubarak)".  

  Al respecto, un miembro del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, el general Said Abbas, ha declarado a Reuters que Mubarak había sufrido un infarto, pero ha precisado que "carece de sentido decir que está clínicamente muerto". También, un portavoz del Ministerio del Interior ha confirmado que el exdictador había sufrido un infarto y que su salud se había agravado repentinamente el martes.

   Lo que parece seguro es que el expresidente ha sufrido el infarto cardiaco en la prisión de Tora, donde cumple cadena perpetua por la muerte de 800 manifestantes durante las revueltas de 2011, y ha sido trasladado al hospital militar de El Cairo.

   No obstante, las autoridades de la prisión egipcia de Tora prohibieron a los hijos de Mubarak, Alaa y Gamal, acompañarle cuando fue trasladado en coma al hospital, según fuentes de seguridad consultadas por el diario "Al Ahram".  

  Esta fuente ha indicado que ambos hijos fueron transferidos del hospital de Tora a su celda después de que su padre fuera hospitalizado, ya que "no había razones para que permanecieran en el hospital".

   Asimismo, ha desvelado que Gamal estaba muy enfadado a causa del deterioro de la salud de Mubarak. "Ya había advertido del deterioro de su salud si permanecía en Tora", habría dicho Gamal, que se enfureció aún más tras ser transferido a su celda.

   Alaa y Gamal están encarcelados en Tora a la espera de la celebración de un juicio en su contra por su presunta participación en acciones destinadas a manipular la Bolsa. La fecha prevista para el inicio del juicio es el 9 de julio. Recientemente, ambos fueron absueltos de los cargos de corrupción que pesaban contra ellos.

 CELEBRAN CON FUEGOS ARTIFICIALES LA MUERTE DEL EXDICTADOR

   Entretanto, los periodistas de este rotativo que están destacados en la plaza Tahrir de El Cairo, símbolo de la resistencia contra Mubarak, han informado de que los manifestantes que estaban protestando en el céntrico emplazamiento han celebrado con vítores y fuegos artificiales las noticias sobre la muerte del exdictador.

   La salud de Mubarak se había deteriorado significativamente desde que decidió renunciar al poder el 11 de febrero de 2011 por la presión de las manifestaciones masivas que exigían su dimisión.

   Su fallecimiento se produce dos días después de que los egipcios votaran en la segunda ronda de las elecciones presidenciales para elegir al que va a ser el primer presidente egipcio elegido en unos comicios democráticos.

   Mubarak presenció desde una camilla el proceso judicial por la muerte de más de 800 manifestantes a manos de las fuerzas de seguridad egipcias, un juicio que culminó con su condena a cadena perpetua el pasado 2 de junio.  

  Tras el fallo, varios medios de comunicación egipcios informaron que la familia del expresidente estaba intentando que las autoridades ordenaran su traslado desde la prisión a un hospital militar dado su delicado estado de salud.