Viernes, 15 de agosto de 2025
No hay vida económica sin empresarios
ELOGIO Y ALIENTO DEL EMPRESARIO
Sintiendo mucho ( mejor dicho, sin sentir en absoluto) que estos pensamientos no se ajusten a la tiranía de lo políticamente correcto, quiero realizar una reflexión sobre la figura del pequeño empresario que, en mi opinión, ciertamente no es comprendida, entendida ni suficientemente valorada en la sociedad actual. ¿Por qué digo esto? Pues sencillamente porque la figura del pequeño/mediano empresario en España y en Asturias en concreto, goza de una inmerecida mala fama transfundida como una especie de veneno en la sangre del ciudadano corriente, y en la sociedad en general, paralizador de la situación social en el final del siglo XIX (sin llegar aun pues a León XIII y la publicación de la Rerum Novarum), que gráficamente se reflejó tanto en aquella frase atribuida a ese personaje que llegó a ser Vicepresidente en el primer gobierno socialista de 1982 que decía, más o menos, que “…a los empresarios había que meterlos en un barco, llevarlos a alta mar y allí hundirlos a todos…”, como en los manuales de la malhadada Educación para la Ciudadanía que pintan a los “ricos malos” como plutócratas explotadores de los “pobres buenos”…
Cualquier análisis serio de la realidad ha de apartarse de este juicio apriorístico y absolutamente erróneo sobre el pequeño/mediano empresario en nuestro país, pues ciertamente entre los empresarios, como entre los abogados, los soldadores, los médicos, los conductores, los políticos, los sindicalistas, como en cualquier profesión u oficio hay y habrá “buenos” y “malos” entendidos estos adjetivos como “unitarios”, de unidad de vida, comprendiendo la aptitud profesional y la rectitud de la persona como un todo inseparable, pues como afirma Benedicto XVI “…El desarrollo económico es imposible sin hombres rectos, sin operadores económicos y agentes políticos que sientas fuertemente en su conciencia la llamada al bien común. Se necesita tanto la preparación profesional como la coherencia moral…”(Caritas in veritate, 71 in fine), y entre ellos debemos distinguir para que, en todo caso se pueda llevar a los “malos” a la bondad…Para ello es necesario un esfuerzo educativo a todos los niveles, desde la enseñanza primaria a la universitaria, desde el trabajo a la tertulia de amigos que, iniciada desde luego por los poderes públicos ( que a estos efectos son los que más responsabilidad han de tener en tal promoción), lleve a asumir socialmente la valoración, crítica, pero real, de la función del verdadero empresario: el que crea o más bien hoy mantiene empleo; que trabaja junto con los asalariados que prestan sus servicios en la empresa; que es generador de riqueza; que si decide extinciones de contratos, lo hace en evitación de perjuicios mayores y le duele…En fin el que entiende ( puesto que no lo olvidemos, el sustrato católico en España se mantiene aunque a veces no se sea plenamente consciente de ello), la función social de la propiedad ( por consiguiente la hipoteca social que existe sobre la propiedad privada) en la economía de mercado, y aprecia las personas que trabajan en la empresa como su patrimonio más valioso y el factor decisivo de la producción, constituyendo al tiempo el respeto a la dignidad de la persona su deber preciso (Compendio de la doctrina social de la Iglesia, 344).
Por favor, olvídense las figuras empresariales dickensianas y respetese, apréciese y valórese en su justa medida la actividad empresarial, la del verdadero empresario que, no lo duden Vds., será un eficaz artífice de la salida de la crisis social, económica y moral que padecemos.
José Luis Lafuente
Abogado especialista en Derecho Laboral y de la Seguridad Social
Ldo en Ciencias del Trabajo.
Profesor de la Escuela de Práctica Jurídica del Principado de Asturias
Columnistas
Hay cosas que suceden todos los días y, por ello, no son noticia, pero deberían serlo. Hoy se acabará con la vida de unos doscientos mil niños no nacidos, con el beneplácito de gobiernos, parlamentos, médicos e incluso de sus padres. https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=52974
Por Teodoreto de Samos Leer columna
Los Homo sapiens, Neandertales y Denisovanos son tres grupos humanos que coexistieron en distintos momentos del pasado y que jugaron un papel clave en la evolución de nuestra especie.
Por Francisco Javier Garcia AlonsoLeer columna
El Papa León XIV celebra la misa de spaldas al Pueblo de Dios, rito tridentino
Por Teodoreto de Samos Leer columna
Comenzamos una serie sobre curiosidades del mundo de la ciencia
Por Francisco Javier Garcia AlonsoLeer columna
Reconoce que ha proclamado y custodiado el Evangelio. León XIV felicita al cardenal Burke por sus 50 años de sacerdocio
Por Teodoreto de Samos Leer columna
Comenzamos una columna semanal sobre noticias y comentarios sobre la iglesia
Por Teodoreto de Samos Leer columna
Vance es un peso pesado intelectual, un político-filósofo. Entre sus influencias están la doctrina social de la Iglesia, el pensamiento de René Girard y las ideas de teóricos postliberales como Sohrab Ahmari o Patrick Deneen Publicado en el Debate
Por Francisco J Contreras Leer columna
La subida global de temperaturas y la conveniencia de ir sustituyendo las fuentes de energía tradicionales (gas, petróleo y carbón) por otras más sostenibles es un tema de permanente actualidad tanto en los medios de comunicación como en la política. Frente a la versión aplastantemente mayoritaria del problema y sus soluciones, el ciudadano atento y bien informando acaba descubriendo algunos problemas a los que no se les presta demasiada atención. En este artículo se presentarán algunos de ellos
Por Francisco Javier Garcia AlonsoLeer columna
La propuesta que más influyó para atraer el voto de muchos europeos hacia las nuevas derechas es el rechazo a las políticas que facilitan la inmigración incontrolada, pues están convencidos de que aumenta la delincuencia y favorece la islamización de Europa
Por Angel Jiménez LacaveLeer columna
La alternativa a la "justicia social" no es un escenario de pobres muriéndose en las aceras por falta de recursos para pagarse un hospital. La alternativa sería una sociedad en la que, con una presión fiscal que fuese muy inferior a la actual, la gran mayoría de la gente se las arreglase muy bien por sí misma, sin depender de papá Estado. Publicado en el centro Covarrubias
Por Francisco J Contreras Leer columna