La votación tuvo lugar a última hora del miércoles y, en ella, la medida salió adelante con 396 votos a favor y 99 en contra. Los diputados de la Liga lo han celebrado este jueves con una pancarta en la que se puede leer: "El decreto Salvini es ley; los buenos tiempos (para los migrantes) han acabado".

El titular de Interior ha afirmado que Italia puede acoger "a las mujeres y niños que escapan de la guerra", pero no a "los otros". "No quiero parecer un idiota", ha dicho, al término de un proceso en el que las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos han expresado no pocas suspicacias hacia la reforma.

Italia limitará las concesiones de asilo a refugiados de guerra o perseguidos políticos, de tal forma que ya no habrá un asilo "humanitario" como el que se venía concediendo hasta ahora cuando se entendía que la persona tenía "serias razones" para escapar de su país, un apartado en el que cabía por ejemplo la comunidad LGTBI.

Más de 20.000 personas --el 25 por ciento del total-- solicitaron el año pasado protección "humanitaria" en Italia y está por ver ahora la situación en que quedarán varias decenas de miles más que recibieron en los años anteriores dicho estatus, una vez que la documentación actual expire.

La nueva ley también autoriza a los agentes locales a usar pistolas electrónicas y aumenta las penas de cárcel para quienes promuevan la ocupación ilegal de inmuebles. Además, endurece los controles para el alquiler de camiones y plantea la retirada de la ciudadanía a los extranjeros condenados por terrorismo.

Medidas como ésta han estado rodeadas de fuerte polémica en Italia, pero los sondeos reflejan una subida de la Liga en intención de voto, hasta el punto de que el apoyo habría pasado del 17 por ciento logrado en las elecciones de marzo al 34 por ciento actual, según Noto Sondaggi. El socio de Gobierno, el Movimiento 5 Estrellas (M5S), ronda ahora el 25 por ciento.

Mogherini cierra filas con el pacto migratorio

que rechazan varios países de la UE: "Lo

pedimos los europeos"

La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, ha cerrado filas este jueves con el Pacto Mundial para la Migración y ha lamentado que varios países de la Unión Europea hayan rechazado apoyarlo tras recordar que los europeos lo reclamaron en la ONU.

"Lamentamos la decisión de algunos estados miembro de la Unión Europea de no sumarse o apoyar el Pacto Mundial para la Migración. Creemos que todos los intereses de los estados miembros están mejor servidos apoyando este marco propuesto, que establecerá una base para la cooperación internacional", ha defendido la jefa de la diplomacia europea durante un debate ante el pleno de la Eurocámara sobre el pacto migratorio global.

Mogherini ha insistido en que el pacto "refleja ampliamente los objetivos y respeta todas nuestras preocupaciones clave" y "no es legalmente vinculante" y por tanto "no creará ninguna obligación legal para los estados" pero sí ofrecerá un marco para cooperar para "reducir las llegadas irregulares, fomentar alternativas", "combatir los traficantes" y también para "atajar cuestiones difíciles como el retorno y la readmisión" de inmigrantes en situación irregular.

"La Comisión Europea tiene una posición muy clara sobre el Pacto Mundial. Es el resultado de un proceso que nosotros, los europeos, iniciamos en el marco de la ONU", ha remachado, recordando que fue la UE la que apeló a la comunidad internacional para implicarse en la gestión de los flujos migratorios tras la crisis de refugiados en 2015. "Y nos dieron una respuesta positiva", ha insistido.

Al margen de lo que ocurra, Mogherini ha dejado claro que la UE seguirá cooperando con la ONU en la aplicación del Pacto. "Seguiremos activamente implicados con la ONU en su aplicación", ha zanjado, insistiendo en que está en el interés de "todos" que los flujos migratorios se gestionen de forma "ordenada, humana y sostenible" y el pacto ofrece "la herramienta más potente" para ello.

Hasta ahora, ocho países de la UE --Austria, Hungría, Bulgaria, Polonia, República Checa, Croacia, Eslovaquia e Italia-- se han desmarcado del Pacto Mundial para la Inmigración, cuya adopción formal está prevista en la reunión del 10 y 11 de diciembre en Marrakesh.