En la misiva, el Pontífice se dirige a cada uno de los líderes presentes en la cumbre del G20 para hacerles un "llamamiento apremiante" a "superar las posiciones conflictivas" y para decirles que "no pueden permanecer indiferentes a la situación dramática del pueblo sirio" que, según precisa, "ya ha durado demasiado".

   Además, el Papa aprovecha para denunciar que es "lamentable" que desde el comienzo del conflicto en Siria, "hayan prevalecido intereses particulares" que "han impedido la búsqueda de una solución que hubiera evitado la masacre sin sentido que se está produciendo".

   Asimismo, les recuerda que todos los gobiernos tienen "el deber moral" de hacer "todo lo posible para asegurar la asistencia humanitaria a todos los que sufren a causa del conflicto" tanto a aquellos que siguen dentro del país como a los que están "fuera de las fronteras".

   Francisco parte de esta situación para advertir a los dirigentes mundiales de que los conflictos armados que siguen mostrando hoy "imágenes de miseria, hambre, enfermedad y muerte" no permiten la paz y de que, sin la paz, "no hay forma de desarrollo económico". "Las guerras son un rechazo concreto a las grandes metas sociales y económicas que la comunidad internacional se ha propuesto, como por ejemplo los Objetivos de Desarrollo del Milenio", remarca.

   En este sentido, explica que la economía mundial solo se desarrollará si permite una vida digna a todos los seres humanos, "desde el más mayor hasta el niño no nacido" y no solo a los ciudadanos de los estados miembros del G20 sino también de cada habitante de la Tierra.

   Además, apunta que en el actual contexto interdependiente, se requiere "un marco financiero global con unas reglas claras para alcanzar un mundo más justo y fraterno en el que sea posible superar el hambre, asegurar un empleo digno y una vivienda para todos, así como el cuidado esencial de la salud".

   También recuerda a la presidencia del G20 su compromiso de consolidar la reforma de los organismos financieros internacionales y de conseguir un consenso de las normas financieras adecuados a las circunstancias actuales.

   El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, ha precisado que la carta va dirigida a todos los participantes en la reunión del G20. Además, ha informado de que el secretario de las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado, Dominique Mamberti, ha sido el encargado de anunciar al cuerpo diplomático reunido el envío de esta misiva.