Ciudadanos, en el inicio de su andadura,  nos facilitó a través de su representante en Asturias lo que podíamos considerar una especie de manifiesto fundacional, en el que afirmaba varias veces ser de izquierdas.

Sus fundadores, salvo Albert Rivera, provenían de la izquierda; en la actualidad se muestra partidario de la eutanasia y del aborto.

Dadas estas premisas fundacionales e ideológicas, los votantes de izquierdas, decepcionados por los desmanes de sus representantes tradicionales, fundamentalmente la traición a la Patria, pero que  no encajan ni por su ideología ni por sus afectos en los partidos de derechas, tienen ahora una ocasión para dar cauce a su enfado sin por ello separarse de sus principios.

A Ciudadanos se le considera un partido de centro-derecha por defender la bandera y la unidad de España, por haber ido a la manifestación de la plaza de Colon contra el proceso separatista catalán en compañía de VOX y porque ahora manifiesta su negativa a pactar con el PSOE de Sánchez, pero esta decisión no nace de su incompatibilidad con el socialismo, de hecho ha pactado con el en numerosos ayuntamientos y en alguna comunidad de diversos lugares de España. Esta nueva decisión se debe a las veleidades proseparatistas y filoetarras del actual PSOE de Sánchez.

Nadie debe escandalizarse, por tanto, de que un partido de raíz social-demócrata como Ciudadanos se decante por coaligarse con la derecha ya que el partido socialista alemán no tiene inconveniente, cuando es necesario para Alemania, pactar la gran coalición con el partido demócrata-cristiano que tiene como principal bastión al CSU bávaro, no menos de derechas que VOX.

Sucede que en el extranjero partidos muy de izquierdas como el comunista francés no reniegan ni de su bandera ni de su patria y sólo es un ejemplo al que se pueden añadir otros, quizá el más notorio, sea Syriza liderado por Tsipras, emparentado ideológicamente con nuestro Podemos, por tanto de un izquierdismo alocado (aunque últimamente muy domesticado por la realidad impositiva que conlleva el ejercicio del poder) pero que sin embargo no reniega de su patria griega, sino todo lo contrario.

España tuvo y tiene necesidad de grandes coaliciones porque está pasando momentos arduos. En Alemania se hacen por mucho menos. En España el problema consiste en su izquierda, carente de sentido del Estado, traidora a la Nación y dominada por un solo objetivo: la conquista del poder, para aplastar a los disidentes cuando las circunstancias le son propicias.

Por todo lo expuesto pensamos que para  los izquierdista españoles dotados de sensatez y patriotismo, Ciudadanos puede ser una salid, que les permite permanecer fieles a sus ideales social-demócratas pero de una manera europea y avanzada y no permanecer hozando en la ciénaga de nuestra izquierda tradicional atascada en conceptos retrógrados e incluso traidores pues desprecian a la nación a la que pertenecen.