El alcalde de Santiago, Mariño Noriega, y el deán de la Catedral de Santiago, Segundo Pérez, han constatado este sábado el "aumento" de la llegada de peregrinos a la capital gallega "por diferentes motivaciones", lo que el regidor ha identificado con un "fenómeno en alza" y "positivo" para la ciudad.

   "No damos abasto, pero se hace lo que se puede", ha reconocido, entre risas el deán, en declaraciones a los medios, después del encuentro que mantuvo en el Pazo de Raxoi con el alcalde de Compostela. Dicho esto, ha recordado que el día de mayor afluencia, con más de 2.000 visitantes, fue el pasado sábado.

   Al respecto, ha explicado que la Catedral ha elevado el número de personas que atienden a los peregrinos, si bien "los espacios son los que son". En todo caso, ha destacado que no ha recibido "quejas" pese a que --ha bromeado-- "los peregrinos son como los niños y siempre dicen lo que piensan".

   En cuanto a la regulación de la seguridad y a la variación de una puerta de entrada y una de salida, ha señalado que es una cuestión que depende de la Policía y de la Delegación del Gobierno, "por el peligro que hay". "Yo tengo confianza, no sé, parece que no tengo miedo, pero la gente se asusta mucho", ha constatado.

AFORO LIMITADO

   Por su parte, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, ha admitido la necesidad de "cuidar mucho" el aspecto "de la acogida a tantas personas". "Siempre digo que a Santiago siempre se llega como peregrino, (...) algunos encuentran, otros siguen buscando; quien se da cuenta de que tiene que seguir buscando, de alguna forma ya entiende que ha encontrado algo, tenemos que tratar de favorecer esa acogida", ha destacado.

   En la misma línea, ha reconocido que la ciudad "no necesita mucha promoción porque se promociona a sí misma". "Nos tiene que dar también una gran satisfacción y, a la vez nos tiene que responsabilizar a todos mucho", ha enfatizado.

   Sobre la seguridad, ha admitido que hay "preocupación", toda vez que la Catedral tiene "aforo concreto y limitado" y "a veces" hay "muchas personas que quieren entrar y que no pueden". Al respecto, ha asegurado que se hará "todo lo posible" por regular esta afluencia en la Catedral.

   "Yo espero que lo consigamos y, sobre todo, a parte del esfuerzo que tengamos que hacer cada uno de nosotros, tenemos que seguir pidiendo la protección del Apóstol", ha manifestado, antes de rechazar que sienta "miedo" en relación a la seguridad.

   "Lo que pasa es que, efectivamente, nosotros tenemos también que secundar también todas aquellas medidas que, de alguna forma, quienes conocen la realidad en la que nos encontramos, nos aconsejan", ha zanjado.