Casi todo el mundo sabe que España fue la primera nación que se consolidó como tal en Europa, expandiendo nuestra cultura por el mundo. El asunto es como para estar orgullosos, aunque en estos momentos, y a determinados políticos, parece que esto les avergüenza y les molesta. Resultado: una nación descompuesta, triturada, destartalada, convulsa, agitada, desprestigiada y llena de problemas, tales como el paro, la inmigración, la situación económica, etc, etc. (Conviene recordar aquí que alguna ministra, perteneciente a la sección femenina del régimen, ha dicho que también ella era Rubianes. Aunque suponemos que el vídeo ya lo habrán visto, aquí tienen URL por si quieren verlo y recordarlo: http://www.youtube.com/watch?v=1O6uK-hbncY)  

 Todo esto, y desde el poder, se intenta ocultar y tapar y, como siempre, la culpa será del capitalismo, de la iglesia, de los fachas, etc, etc. El asunto es anestesiar e hipnotizar a la gente para que no se sepa quiénes fueron los verdaderos culpables de todo este desaguisado que padecemos. Para eso están los “mass-media” con su política de desinformación, oiga.

  Nada se comenta desde el gobierno sobre unos de los grandes problemas, cual es el de las autonomías. Como ya hemos dicho varias veces, no hay país que resista 18 gobiernos y una inútil monarquía. Es una auténtica sangría de dinero.

   Pero además de esto, catalanes, vascos, gallegos y algunos más, con lo del “hecho diferencial”, con lo de “señales identitarias” y con sus historias peculiares y falsas, están destrozando España, con la aquiescencia del gobierno, amén de destruir lo que había de común dentro de los muros de la Patria mía.  

 Con esto de las autonomías se perseguía la descentralización, pero lo que se consiguió fue la duplicidad de varias instituciones del estado, acarreando unos gastos inasumibles.  

Por otra parte, las corrupciones dentro de los gobiernos de estas autonomías van saliendo al aire. Se ven todos los días. Tal parece que estamos abocados a un sistema de corrupción al que nadie quiere poner freno. El acceso y ascenso “a dedo” están a la orden del día. Además hay una cuestión que estimamos muy grave: ¿qué hace el Tribunal de Cuentas cuando ve que muchos de los de la “casta política” malversan fondos, no justifican gastos, despilfarran, etc, etc,?. ¿Y qué me dicen de las cuentas de los partidos políticos y sindicatos?. ¿Por qué no se hacen auditorías, o se investigan sus contabilidades?.

  Luis David Bernaldo de Quirós Arias